sábado, 7 de noviembre de 2009

¿Somos responsables con la ecología?

Los recursos naturales son escasos, en su gran mayoría. Los humanos estamos acostumbrados a doblegar la naturaleza a nuestros intereses. Nos servimos de ella para satisfacer nuestras necesidades, por medio del perfeccionamiento de la técnica. ¿Cuán conscientes somos de la necesidad de respetar el ciclo de renovación de los recursos naturales al utilizarlos?

Por dar un ejemplo: El 69% de las reservas de agua dulce corresponde al agua congelada en los glaciares o en forma de nieve, mientras que el 30 % representa el agua subterránea. Y el casi 1% restante,corresponde al agua sobre la superficie, de fácil acceso.

Sin embargo, según cuenta la Fundación Vida Silvestre, para producir 1kg de carne vacuna se necesitan 15 mil litros de agua, 1 kg de pollo 6 mil, 1 kg de cereales 1500 y para 1 kg de cítricos 1000 litros . Para producir una remera 4100, y un par de zapatos 8 mil litros de agua. ¿Cuántas veces hemos tirado o regalado una remera porque ya “ha pasado de moda”? En ese acto, estamos desechando 4100 litros de agua pura que se utilizaron para su producción.

Cuando lavamos nuestros dientes, ¿cerramos la canilla mientras los cepillamos? Diez gotas que se desperdician por minuto equivalen a dos mil litros de agua al año.

¿Pensamos que hay personas en nuestro país que no tienen acceso a los servicios básicos? Y no sólo nos referimos al agua, también sucede con el gas y la energía eléctrica. En provincias como Jujuy, Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes y Entre Ríos, por mencionar algunas, hay poblaciones enteras que no tienen acceso a la red de corriente continua. ¿Esto qué significa? No poder conservar sus alimentos y que se pudran, no poder leer de noche, no tener acceso a ningún medio de comunicación que les brinde información o les permita expresar sus necesidades al resto de la sociedad, no poder educarse como es debido: no poder vivir en las mismas condiciones que el resto del mundo.

Para poder solucionar este problema a nivel macroscópico, el gobierno debería incurrir en gastos públicos para que, por ejemplo, la electricidad llegue a estos lugares. Como la instalación de una planta de energía puede ser muy costosa, existen métodos alternativos para obtener energía que podrían ofrecer una solución a corto plazo, aunque sea a nivel microscópico: como es el caso de la energía fotovoltaica. Por medio de la instalación de paneles solares y un pequeño generador, un hogar o una escuela puede aprovechar la energía del sol y transformarla en una fuente de energía. Si bien el rendimiento de este sistema no es óptimo, podría ser una solución a corto plazo para los sectores excluidos de nuestro país.

1 comentario:

flor dijo...

muy bueno el blog, me parecio muy interesante

flor