jueves, 12 de noviembre de 2009

El petróleo y sus demonios


Estamos viviendo una crisis energética mundial. Principalmente por hechos puntuales como que el petróleo es un recurso natural que se agota, y que ya ha comenzado a escasear. Lo más grave es que no se han descubierto nuevos yacimientos importantes.


En muy pocos países han ocurrido grandes descubrimientos, como sucedía en los años 70 en el Medio Oriente, o en los 80 en el Mar del Norte, o más lejos aún, a principios del siglo XX en México y Venezuela. Ya no existen esas grandes cantidades de petróleo disponible. Aún más, hay estudiosos que afirman que ya superamos el peak de las disponibilidades y ahora lo que viene es un proceso de escasez en las reservas.


Por otro lado, el mercado petrolero está muy globalizado. Lo que pasa en cualquier país del mundo afecta el precio del combustible. Se trata de un mercado que está signado por algunos elementos que influyen en su precio. Estados Unidos -como potencia militar y económica- ha analizado la situación declinante del recurso y ha llegado a la conclusión de que tiene que acumular grandes reservas del combustible.


En la práctica esto ha significado que EE.UU., ya sea por la vía de la negociación y asociación, como ha hecho con algunos países del Golfo Pérsico, o por la vía de la invasión y la violencia -como ocurrió en Iraq- se encamina a controlar los recursos petroleros mundiales. Ha generado una grave tensión geopolítica. La invasión a Iraq, la amenaza a Irán y a Venezuela demuestran que el objetivo norteamericano es adueñarse de las reservas al costo que sea, a fin de garantizar sus necesidades. Esto, el mercado lo percibe con claridad. Sabe que en cualquier momento una situación de máxima tensión geopolítica en los países petroleros puede escalar a niveles imprevisibles y entonces, se va a producir un corte de los suministros de petróleo y se destruirá buena parte de la infraestructura de la industria.


Iraq, antes de la invasión de Estados Unidos y de sus aliados, exportaba entre 3,5 y 4 millones de barriles diarios de petróleo. Hoy sus exportaciones no sobrepasan los 2 millones. Pero no sólo eso, además fueron seriamente dañados los yacimientos, toda la infraestructura ha sido saboteada. La presencia norteamericana en Iraq ha hecho imposible que sus reservas -que son la cuarta reserva más grande del planeta-, estén disponibles para explotarlas en el corto plazo.

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